Me entristece muchísimo ver a chicas estupendas sufriendo, llorando, hechas polvo. Me entristece muchisímo. Y me da una rabia de cojones. He probado esas mieles y luego te das cuenta de que no merecen la pena en absoluto. Como me arrepiento. Que, además de no servir para nada más que para quedarte hecha una piltrafa, el tiempo pone las cosas en su sitio y la vida te regala lo que le habías pedido y te mereces. Así que, mejor esperar ese regalo con buena pinta, cara y el ojo maquillado, no en pijama, comiendo helado y cheetos. Digo yo...
Mando este grito de esperanza y ánimo para todas aquellas amigas y mujeres de bandera, que alguna vez han estado bien jodidas, lo están o lo estarán.
Hay dos caminos a elegir. Pido a Dios no lo quiera pero, si me toca, yo me iré por el segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario