La verdad es que es bueno. Es bueno si uno rasca en su fuero interno y es sincero. Lo normal sería que, a estas alturas de la vida, todos ya fuéramos lo que nos hubiera gustado ser. Pero, ooogh..., la de astronautas, granjeros, veterinarios, músicos, actores, pasteleros, futbolistas, pintores, policías, bomberos y profesores frustrados que llevamos dentro. Lo digo así en plan neutro para no entrar en la polémica "médico-médica", no vamos a perder tanto el tiempo...
Pensándolo un poco, hay muchas cosas que molaría ser pero que si luego, lo piensas más a fondo, son un poco coñazo. ¿Bibliotecaria? Mola, pero un coñazo. ¿Futbolista? Mola, pero un coñazo y un cansancio. ¿Granjero? Mola, pero luego no te comes una rosca y te tienen que hacer un programa. ¿Médico? Mola, pero a ver quién es el que le mete el dedo en el ano al ajeno cuando toque, que esas cosas también hay que hacerlas si eres médico. Total...que cada cosa tiene su pega.
Pero sin contar las pegas, he decidido que me hubiera molado ser Agente del FBI, en plan Clarice Starling o Dana Scully o mi favorita de esta época Olivia Dunham. Al menos por un tiempo y si me cargaran como en Matrix los programas de entrenamiento. Sin sudar ni estudiar, vaya. Joé, qué subidón de profesión. Todo el día investigando, flipando con la peña, jugando en el bando del bien...y engañando a tus vecinos porque eres agente especial. Qué pasada.
Finalmente ganó "Piratas", por cierto, mi candidatura. Que tampoco es que sea muy original pero a cualquiera le sienta bien vestirse de bucanero. Una pena, porque nos hemos quedado con las ganas de ver a alguien que conozco que de pequeña quería ser La Bombi, la mítica del 1, 2, 3...
No hay comentarios:
Publicar un comentario