jueves, 2 de junio de 2011

Dios da pan a quien no tiene dientes



Tengo muchos planes para sacarle partido a la Jornada Intensiva que muy agradecida, agradecidísima y conmovida, disfruto cuatro meses al año. Después de sacarle quizás poco partido a las horas con tardes de playa, paseos y, sobretodo, sofá durante tres veranos, uno se da cuenta de que el tiempo es oro y con la que está cayendo no estamos para derrochar. Pero hoy, el primer día de este año (en realidad el segundo), he hecho un homenaje a los tiempos pasados disfrutando de la modorra viendo Mujeres, Hombres y Viceversa. Esa buena caca de programa.

Contando con que no me interesa nada y que me pierdo con las historias de los tronistas, pretendientes, confidencias, gritos y demás absurdeces, hoy me he quedado de piedra una vez más con la relación Pipi vs. Miriam.


¿Alguien entiende algo?, ¿cómo puede ser que una tía que está tan buena, parece que es más o menos buena gente y algo lista esté con un ser tan bajuno y repulsivo como Pipi Estrada? Vaya, ni aun siendo mala y corta del todo, ¿cómo puede un pivón así estar con el ser éste? No lo entiendo ni lo entenderé jamás. Lo peor de todo es que, encima, él la engaña con otras, la toma el pelo y demás lindezas. O al menos eso cuentan en riguroso directo. Madre mia, Telecinco cada vez te superas más a ti mismo...


Que algún hombre de verdad se acerque a la chica esta, la enamore, la trate bien y disfrute de lo bien que debe...ejem...cocinar. Con la de tíos que hay en el mundo, por favor!

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