miércoles, 8 de junio de 2011

Cuando sale un huevo bueno



Hay rachas y rachas en la vida. Épocas en las que encuentras estupendas a todas las personas que se cruzan por tu camino. Épocas en las que piensas que el mundo está lleno de desquiciados, hasta malos, con poca luz y aburridos. Épocas en las que haces un mezclum con todo lo que has ido pillando de la nevera y te preparas una tortilla de humano.


Generalmente, a la Etapa de la Tortilla la mayoría llega cuando cumples alrededor de los treinta, más bien pasados. Y no está mal. Es interesante. Diría que hasta la más reconfortante. Porque a ratos pruebas sabores que te gustan y a otros, sabores que te ponen triste, cuando sale un huevo malo. Ooooogh... y qué bueno es cuando vuelves a probar algo que te sabe bien...


Llevo unos días encontrándome más sorpresas agradables que feas de personas de mi alrededor y de otras espontáneas y fugaces de la vida. Mira tú qué suerte!


1.) Una persona que me pidió perdón. Y se lo agradezco.
2.) Un taxista que me dió una estampa para que vaya protegida por la vida.
3.) Una chica en el ascensor que me ha preguntado si salía pronto hoy, en plan maja, sin conocerme de nada. (Claro, que trabaja en El Jueves y deben estar contentos generalmente).
4.) Alaska&Mario, qué son totales como diría mi tía Pilita.

2 comentarios:

  1. Da mucha alegría cuando te toca un huevo bueno, sobre todo cuando no te lo esperabas. Y es que cuando te sorprende la vida con un huevo bueno. Un subidon!!

    Enhorabuena por tu blog!!

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  2. Encontrarte de nuevo, Eva, por vías cibernéticas fue otra buen huevo de la vida. Qué mona eres! Gracias, hermosita...

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