Fue en Primavera cuando me vine a vivir a Barcelona. A ver, que feliz FELIZ soy mucho aquí, pero cuando empieza la Primavera, a hacer calor y a ponerse las terracitas, me acuerdo mucho de mi familia y de cuando me fui de Madrid. Y me entra pena. Luego se me pasa, pero los primeros días me entra pena.
Desde que me he cambiado de trabajo, hago una ruta nueva, lógicamente. Normalmente voy en Tranvía, dando un paseo rodeando el zoo y el jardín de La Ciudadella, que tiene como mucho verdor y cantos de pájaro. Pero otras veces cojo el Metro y me acuerdo mucho de mis hermanas. La segunda parada de mi recorrido (y la penúltima, qué lujo!) es Marina. Y, claro, me acuerdo de mi hermana mayor. Siempre, siempre, siempre que escucho, "Atenció propera parada: MARINA." Jajajajajaja, me encanta. Y la visualizo, y pienso en ella, y me imagino cómo estará. Sé que estará bien, saliendo a todalechesinhacernada, como decía mi abuelo Antonio, y luego poniéndose una canción en el coche. Que no sé si lo hará, pero me la imagino así. Y si me acuerdo de mi hermana Marina, me lleva el pensamiento a mi hermana Elena, que por esas horas andará escuchando villancicos en pleno mes de Marzo, con Juanito e Inés cantando detrás.
Son las dos muy monas y las quiero mucho.
De la Primavera me gusta que llega la Semana Santa y nos veremos todos juntos. Y con suerte pondrán en la tele Marcelino Pan y Vino y lloraré como una perra y descargaré penas pasadas y futuras. Que cuando uno llora, tiene que aprovechar de paso para descargar todo lo que pueda, haya ocurrido o no. Por si acaso.
La Semana Santa de este año me apetece en especial porque será el primer abrazo que le daré a mi hermana Marina y veré si se le nota ya o no el embarazo.
Os quiero mucho,
Vuestra hermana pequeña.
Tus sobrinos te echan de menos... y yo ni te cuento...
ResponderEliminarTe quiero, enana.
Si...sobretodo Juanito, que cuando hablo con el dos segundos ya me está preguntado por su tío Kike...
ResponderEliminarJajajjajajaja
Yo también te quiero, Elena.