Hoy he leído, a través de María Sampedro, que un tío ha matado a tiros a otro hombre en Riga porque hacía demasiado ruido comiendo palomitas en el cine mientras veían Cisne Negro. Pero por el amor de dios, ¿cómo se puede estar tan desquiciado como para matar a alguien por Natalie Portman, por mucho que esté merecedora del Oscar en la película?, ¿Cómo se puede ser tan incívico como para comer las palomitas a tal volumen como para que te peguen un tiro? Todos hemos tenido ganas de pegar un tiro a alguien en algún momento, sobretodo a desconocidos. Pero, ¡joder!, en sentido figurado. Da miedo pensar que las frases hechas a veces se pueden cumplir.
Hace tiempo, Sonsolitas, que es muy mona y de vez en cuando va mandando regalos, me envió un video que me dejó trastornada una temporada y que, cada vez que lo veo, me crea un vértigo terrible. Pero en el fondo me gusta. Me pone contenta porque me hace pensar que somos más pequeños que las hormigas del mundo de las hormigas. Es un video que, de nuevo, os invito a que veáis en un momento que tengáis tiempo y si tenéis cascos, mejor. Me recuerda que sólo las cosas importantes son las importantes.
También me cago me miedo al verlo porque pienso en ¡quién habrá por tanto campo abierto! Y pienso en Distrito 9, y en Alien, y en Encuentros en la Tercera Fase, y en La Cuarta Fase porque, sí, hay una fase más allá de la Tercera. Y me cago, me cago, me cago.
Stephen Hawking dijo una vez que nos dejáramos de mandar señales y rollos en código binario y demás al Exterior porque cualquier día cogen el telefonillo, se plantan en La Tierra y nos dejan como Colón dejó Las Américas.
Así que mejor que empecemos a llevarnos bien entre nosotros por si vienen de fuera y la cosa se termina poniendo chunga, que puede que no todos vayan en plan buenrollero, como E.T. o el de la foto de arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario